¿Cómo creer en el gris devenir de los días sin brillo?
¿La conciencia embotada de aceptar brutales mecánicas aletargadas?
Entrar en la cámara de las crisálidas
retirar los algodones de las narices de las momias
para que respiren la frescura de la mañana.
Todo se lo debo a la mañana
y en la sala de esa holgura
exploro y descanso el crepúsculo y la noche.
sábado, 17 de abril de 2010
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