sábado, 17 de abril de 2010

Cueva

Sumergido en ti vi
una clara noche
que transparenta la vida
resplandor oculto
una fuerza que empuja toda fuerza
explosivo y frondoso árbol universal.

Bitácora

Me lees en tu esencia
el código del mundo
la libertad del que abandonó la nave
y flota en el líquido amniótico del universo.

En tu perplejidad me cuentas lo elemental
y entro en el remanso que contiene todo
la bondad de lo que no tiene propósito
y entro en tus fuerzas vertiginosas
hasta donde no cabe el miedo.

El amor es un diario eterno
la constancia de nuestras navegaciones
esa sutil búsqueda detrás del espejo
donde encontramos la clave del deseo
la extinción y el renacer: el feliz ritmo de todo.

Ermita de la Lanzada

Vibran de felicidad
el sol, la piedra y la mar
equilibrio imposible en lo real
gozamos la sólida construcción de la luz
líquida armonía del sonido
vivimos en el mas secreto pálpito.

Creer lo que vemos

La iluminación es creer que existimos
y dar fe en la luminosa vida de la experiencia

¿Qué ves?
el ojo que ve
es espacio de las cosas adquiriendo el tiempo de su desarrollo
la velocidad imprescindible para aprender a amar
abrir los ojos en ese océano de abismos
para ver la fuerza que impulsa tus venas
el vaso que sacia tu sed.

Instantánea

Yo que me escapo entre las grietas del tiempo
en urgente e instantánea poesía
cuando caigo del caballo de la muerte
y mi sueño encuentra el paisaje original
despejado horizonte de la mente
ese océano en cuyo oleaje viajo siempre más.

Mirada

Viendo la luz misma
que se descompone en los velos de la niebla
inspiración del ruido que exuda silencio
aquí aprendo
en las diarias formaciones de la nubes
que me dan todos los tonos y me dan el tono
veo la claridad en el impedimento
y en el contraste entro
en la estancia fuera del tiempo.

Soplé sobre el lodo

¿Cómo creer en el gris devenir de los días sin brillo?
¿La conciencia embotada de aceptar brutales mecánicas aletargadas?

Entrar en la cámara de las crisálidas
retirar los algodones de las narices de las momias
para que respiren la frescura de la mañana.

Todo se lo debo a la mañana
y en la sala de esa holgura
exploro y descanso el crepúsculo y la noche.

Amanecer en Yamalung

La luz vela el aparecer
de la fantástica nube de gozo
tras subir la vegetación ingenua
la tierra da el agua de la vida,
animal sin forma, vuelo
más allá del espacio.