La renovación de la abundancia reclama
el silencio como origen y como estación;
el oleaje exige el agua
volumen transparente donde se plasma el espacio
activamente inmóvil como el tigre sobre la presa
siento las estrellas y los planetas del mediodía
siento el conociiento en mis actos desde el silencio
y es silencio la palabra exacta, el latido del corazón
el sentimiento abierto en un mundo abierto a lo que se desvela.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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