sábado, 15 de diciembre de 2012
Palabra seminal
Abriré el oído primordial para oir
la música callada
inaugurando la entrada en la bóveda
mientras el reino dormido despierta.
Esa vida que vuelve al corazón,
es la infancia renovada de frescura,
el callado cántico que rompió el sello.
Ahora fluye una corriente nueva,
viva, más sosegada y secreta,
hasta ser uno con lo uno
en lo mas íntimo de lo íntimo.
En el principio
En el sueño de la muerte
fui llamado a maravillarme,
el mineral fluyó en vida palpitante,
desde la posición del ave vi,
panorama y campo en que el panorama aparece
oí el latido del mundo
volé amplio en la mente que todo lo abarca.
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