Desolación del desierto
cuando ya ni el buitre queda
hasta el alma muere
los dulces recuerdos corruptibles
evaporados como pequeños charcos de agua
cuando ya no hay condición ni causa
el espíritu desciende y canta
la única lengua que no se pudre
habla sin voz en oleadas apretadas
entonces como luz incondicionada renaces
reflejo de sol que vuelve al sol
roto vaso de agua que vuelve al agua
espacio en el espacio
intemporal parpadeo
así aprendió el alma.
jueves, 6 de octubre de 2011
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